Ella
Me encantaba platicar con ella, frecuentemente era la única que comprendía mis palabras. A veces decía cosas sin sentido y estaba bien para mí. Su compañía era algo especial, era mi confidente y cómplice, pocas personas logran serlo hoy en día, eso la hacía aún más auténtica, su capacidad de comprender mi sentir, sus consejos, a veces parecía que sólo estábamos ella y yo. A la gente le incomodaba de vez en cuando la relación que llevábamos, solían hablar a nuestras espaldas; "locas" nos decían, y decían también que nos consiguiéramos distintas amistades, que buscáramos allá afuera, que abriéramos los ojos al mundo... abrir los ojos al mundo no era mi prioridad, y ella estaba de acuerdo conmigo. A veces llorábamos juntas frente al atardecer en mi cuarto, cantábamos canciones, escribíamos poemas, era como si cada palabra mía, ella pudiera predecirla y cada pensamiento suyo, yo pudiera anticiparlo. Cuando me sentía sola le escribía cartas, ella jamás contestaba, sabía q...