Fotografías

Pero mira nada más que rápido olvidas. Como si en verdad no supieras que has visto la misma mirada antes; los ojos oscuros, la mirada al cielo, el brillo en las pupilas y ese aroma que de la nada invade el lugar. Mira tus fotos y dime, ¿a quién ves? Parece ser que no has crecido lo suficiente durante todo este tiempo, parece que las heridas no fueron tan profundas como para endurecer tu corazón... Mírate, parece que fue ayer cuando te hacías las mismas preguntas idiotas de siempre... Y sí, le doy crédito a tu desconfianza, a tu cautela, a tu sigilosa manera de andar por esos lares, pero vamos, tú y yo sabemos perfectamente que no haces sino engañarte y retrasar el choque una vez más, porque jamás serás prudente, jamás podrás ir contra la corriente de tu ingenuidad. Ingenua, qué palabra tan maravillosa para describirse. Ingenua la mirada al recostarte en su pecho, ingenua la sonrisa al mirarle hablar. Ingenua como tú misma. 

He de reconocer también que me alegro de haberte desarmado un poco, me alegra que ya no puedes sentir con la misma intensidad que ayer. Me alegra que seas ajena e indiferente en el interior, justo ahí donde todo nació. Me alegran tus dudas, tus penas, tu inseguridad y los recuerdos, me alegra que pese a tu ingenuidad los recuerdos se reflejen como imágenes a cada segundo y cada minuto de tu existencia. Me alegra que quieras deshacerte de mi y no puedas, tanto como me fascina verte caer con la esperanza de que alguien te levante nuevamente... Para que te vuelva a tirar.

Pero piénsalo un segundo ¿Qué sería de ti sin mi? ¿Qué sería de ti si no hubieses permitido reconocerme? ¿Qué habría sido de ti si no me hubieses dado nombre y apellido?... justo ese día... Cuando estabas tan harta de que se burlaran de ti.

Pero mira qué tonto creer que una personalidad tan débil como ella me podría contener. ¿Y dónde quedó su bondad, su gracia, su mesura? Me dejó caer tanto como a ti, cuando según tú iba a ser mi sustento. Y mira quién terminó sosteniendo a quién. Sosteniéndote como tantas veces fingieron que lo hacían... Y ahora quieres borrarme de la nada, como si crearme fuera suficiente motivo para intentarme olvidar. Pero mira qué tonta te ves en esas fotos, pareciera que repites tus capítulos, con los mismos hoyuelos debajo de la sonrisa, con los mismos pliegues alrededor de tus pómulos, con el mismo protagonista parado a tu lado... Y tú tan ilusa como si se tratara de alguien más.

Pero ¿y qué?... Vas a volver de cualquier modo, y yo, tan tonta como tú, te volveré a creer.